Las Cuotas
Cuando se hace una apuesta entre dos partes sobre un determinado partido la cantidad total apostada por ambos normalmente se acuerda de antemano. Imaginemos la apuesta más básica entre dos amigos, Daniel y Joseph, que hacen una apuesta sobre el resultado de un partido de fútbol en el que juega España. Daniel podría ofrecer a Joseph 10€ si gana España, mientras que Joseph le pagará a Daniel otros 10€ si España no gana. Si España tiene aproximadamente un 50% de probabilidades de ganar, esta sería una apuesta justa. Sin embargo, si España jugara con San Marino, una probabilidad más realista podría ser un 95%. En este caso Joseph tendría una gran ventaja sobre Daniel, ya que sus probabilidades de perder los 10€ son muy inferiores a las de ganarlos. Por lo tanto, Daniel y Joseph podrían acordar cambiar los términos de su apuesta. Daniel le pagaría a Joseph 10€ si gana España, pero Joseph le daría a Daniel 200€ si esto no ocurre. Como las probabilidades de que San Marino empate o gane a España son muy pequeñas, Joseph debe arriesgar mucho más dinero para ganar lo mismo que Daniel. Para asegurarse de que cualquier apuesta entre Daniel y Joseph es justa y aceptable para ambos, las proporciones relativas arriesgadas por ambos dependerán de la probabilidad esperada de que España gane el encuentro. La cantidad apostada por cada uno es conocida como el “stake”.
El ratio entre el stake de Daniel de y el de Joseph es realmente la cuota. Supongamos que Inglaterra juega con Brasil en unos cuartos de final del Mundial de fútbol y que por cada euro que Joseph apuesta al triunfo de Inglaterra Daniel acuerda pagarle 2€ (beneficio) si Inglaterra gana (prórroga y penalties incluídos). Daniel está satisfecho con esta cifra porque ha estimado que Brasil tiene el doble de probabilidades de ganar que Inglaterra. Si inglaterra y Brasil jugaran muchos partidos como este, Daniel ha estimado que por cada partido que Inglaterra gana, Brasil ganará dos; es decir, 1 de cada 3 (33.33%), mientras que Brasil ganará los otros dos (66.67%) Es la estimación de probabilidades de los posibles resultados la que determina la naturaleza de las cuotas.
En países con gran tradición en apuestas como el Reino Unido, las cuotas se mostraban con el formato 2/1, porque por cada euro que Joseph apostaba, Daniel le pagaría 2 si Inglaterra gana. La cuota de Brasil sería por contra, 1/2. Más recientemente y por toda Europa la cuota que más se utiliza es la notación decimal. Como las cuotas reflejan la probabilidad esperada de un resultado, la notación decimal representa el inverso de esa probabilidad. Un 33.33% de probabilidad de que Inglaterra gane se representará con cuotas decimales de 3.00 (1 entre 0.3333). Brasil, por otro lado, con un 66.67% de probabilidad de ganar tendrá una cuota de 1.50 (1 entre 0.6667)
Las cuotas decimales también nos dicen cuánto dinero esperamos recibir si ganamos la apuesta, incluyendo tanto el beneficio como el importe de nuestra apuesta. En el ejemplo, si Inglaterra gana recibiremos un total de 3 eur (2 eur de beneficio + 1 eur de la apuesta). De aquí sale la cuota de 3.0. De la misma forma, por una victoria de Brasil recibiremos 1.50 eur. A diferencia de las cuotas fraccionarias. en donde podemos ver muchos tipos diferentes de cuotas como por ejemplo 8/11, 6/4, 15/8, 10/3 y muchas más- las cuotas decimales son mucho más simples si asumimos que nuestro stake es siempre 1. La cuota decimal nos cuenta siempre cuanto recibimos por una apuesta de 1€. Para calcular el retorno total no tenemos más que multiplicar la cuota por nuestro stake. Y como las cuotas decimales son la inversa de la probabilidad estimada del resultado, son mucho más útiles en general que las cuotas fraccionarias.
En resumen, la cuota es un término usado estrechamente ligado con la probabilidad. Algunas veces puedes ver que se habla de precios. El precio y la cuota son esencialmente lo mismo.